En esta oportunidad hablaremos de cómo preparar nuestra propia tierra vegetal o tierra orgánica o simplemente tierra preparada. Para ello es necesario que usted cuente con espacio suficiente para cavar un hoyo en el suelo, el cual deberá tener una profundidad de al menos unos 80 cm. Las demás dimensiones del hoyo (largo y ancho) dependerá mucho del espacio con el que usted cuenta. Una medida recomendable sería de 1,0 m x 1,0 m. Una vez hecho el hoyo, deposite dentro las hojas secas que caen de las plantas o árboles. También puede añadir ramas, si éstas son muy grandes o gruesas, deberá trozarlas previamente para facilitar su descomposición.

También puede agregar cáscaras de frutas, desperdicios de comida nuestra o de nuestras mascotas, incluso el estiercol de nuestras mascotas, aserrin o cualquier otro material orgánico. Debido a la descomposición, se producirá malos olores por lo que será necesario cubrirlo con tierra. Si el hoyo es profundo, puede ir llenándolo por capas, es decir, llenar con material orgánico hasta cierta altura, luego cubrir con tierra y sobre esta empezar una nueva capa de material orgánico. Una vez cubierto con tierra, eche agua con frecuencia a fin de acelerar la descomposición. Si los malos olores se perciben, eche más tierra encima.

Al cabo de unos meses (de preferencia 3 meses a más), la tierra casi se encontrará lista. Retire todo el contenido del hueco y mezclelo bien, pues recuerde que hicimos capas de material orgánico y tierra. Una vez que termine de revolver la tiera, ya está lista para ser utilizada.

También es posible realizar este procedimiento utilizando bolsas de plástico. Dentro de una bolsa grande de plástico resistente, coloque el material orgánico y eche tierra encima tal cual se explicó previamente. Añada agua y cierre firmemente la bolsa a fin de evitar que salgan los malos olores. Debido a que la bolsa es casi hermética, la humedad se conservará por mucho más tiempo y no necesitará agregar agua con frecuencia.

Las fotos publicadas en este artículo, muestran un silo hecho con cemento debido a que se usa frecuentemente y así evitamos los derrumbes al momento de extraer su contenido, pero debe tener presente que hacerlo de esta forma no es obligatorio.

Con este procedimiento, podemos aprovechar los desechos orgánicos, en vez de botarlos a la basura, sacamos provecho de ellos y aportamos nutrientes a nuestras queridas plantas.

Nota

Es aconsejable no utilizar como material orgánico cualquier semillas a menos que esté trozada o molida a fin de evitar que germine y terminar con huéspedes no deseados acompañando a nuestras plantas.